La innovación va de la mano con la mejora continua. La diferencia reside en que en la mejora continua se aprecian resultados a corto plazo, y los cambios son graduales, mientras que en la innovación se observan grandes cambios y se pueden divisar resultados a mediano plazo. Mientras que la mejora continua es orientada al proceso, la innovación va orientada al resultado final.
Bajo esta sencilla consigna dentro de un plan internacional tenemos claro que una visión más amplia ayudará a una empresa a captar más recursos. Una visión que se pueda aplicar en los siguientes ejes de trabajo:
- Mejoras tecnológicas.
- Mejora de procesos.
- Cambios en productos.
- Nuevos enfoques de marketing.
- Nuevas formas de distribución.
Junto a estos ejes de trabajo la capacidad innovadora dependerá, de un conjunto interrelacionado de inversiones, políticas empresariales y dedicación de recursos que sostengan la producción de innovación. Para ello es conveniente:
- Promover todas las formas de innovación ya que hay maneras.
- Educación para mejorar la cualificación.
- Fomentar la movilidad de los investigadores.
- Explotar más el mercado interior.
- Prestar especial atención al sector servicios que ofrece oportunidades sub-explotadas especialmente por las sinergias con el sector industrial.
- Normalización.
- Patentes Europeas.
- Cooperación transnacional.
- Fomento de agrupamientos o cluster donde el conocimiento llega más rápidamente al mercado. Aumentan la productividad, atraen inversión, promueven la investigación, consolidan la base empresarial, desarrollan productos o servicios específicos, desarrollo de capacidades.
- Estrategias regionales de innovación.